Valtteri Bottas insistió previo al Gran Premio de Austria que tenía en sus manos todo lo necesario para salir campeón de la Fórmula Uno.

Es un objetivo muy ambicioso al considerar que el seis veces campeón Lewis Hamilton es su compañero en la escudería Mercedes. Y Hamilton busca conquistar otro título para empatar el récord de siete en manos de Michael Schumacher.

Pero Bottas exhibió un notable aplomo para llevarse la victoria ayer en la primera carrera de la temporada, con Hamilton persiguiéndole. Nada fácil para Bottas cuando se sabe que Hamilton es uno de los mejores pilotos en cuanto a rebases en la historia, y sobre todo en una carrera en la que el coche de seguridad ingresó a pista tres veces para un reinicio.

“Demasiada presión”, reconoció Bottas con alivio. “Una vez está bien, pero con la última entrada del coche de seguridad, quedé diciéndome: ‘no puede ser, ¿otra vez?’.

“Fueron muchas las oportunidades que Lewis tuvo para irse al frente si hubiera cometido un pequeño error, y él estaba muy rápido”, añadió el finlandés. “Pero me pude mantener concentrado, controlar la carrera por mi parte y la verdad es que no hay mejor forma de iniciar la temporada”.

Hamilton cruzó la meta segundo, pero quedó cuarto tras una penalización en la recta final de la competencia.

Bottas se arrodilló con el trofeo del ganador y el trío que conformó el podio, el segundo Charles Leclerc con Ferrari y el tercero Lando Norris con McLaren, alzaron una camiseta negra con la frase “Acaben con el racismo” estampada en la misma.

Nueve de los 20 pilotos abandonaron, incluyendo los Red Bulls de Max Verstappen y Alexander Albon, quien intentó rebasar a Hamilton por el exterior con 10 vueltas por completar, tocando ruedas para salirse de la pista.

Lo mejor era estar adelante sobre los demás.

“Esquivé varias balas hoy”, dijo Bottas tras obtener la octava victoria de su carrera en la categoría.
Hamilton recibió una penalización de cinco segundos por provocar el choque con Albon, luego de que en la antesala de la carrera fue sancionado tres lugares en la parrilla de salida por ignorar banderas amarillas en la clasificación el sábado que eventualmente fue revisado por los comisarios.

“Fue un error de Lewis al final y sería bueno que se disculpara”, dijo el jefe de Red Bull, Christian Horner. “Este deporte puede ser muy cruel y así pareció ser hoy (ayer)... Alex hizo una gran carrera, no se merecía eso”.

Aunque Bottas largó en la pole y Hamilton lo hizo quinto, la carrera se transformó en una batalla entre los dos pilotos de Mercedes, como ha sido el caso en años recientes.

Pero el drama en las postrimerías del duelo en el circuito de Spielberg alteró todo. La penalización a Hamilton permitió que Leclerc se llevara el segundo puesto.

Norris completó el podio en la última vuelta para alegría de McLaren, cuyos integrantes se olvidaron de las reglas de distanciamiento social en medio de la euforia.

Se arrodillan antes

Verstappen, Giovinazzi, Kvyat, Sainz, Leclerc y Raikkonen se abstienen

Catorce de los 20 pilotos de la Fórmula Uno, clavaron una rodilla en el suelo en apoyo a la lucha contra el racismo, antes del arranque de la carrera, mientras vestían una playera con la leyenda “Acaben con el racismo”.