El virus Zika causa una enfermedad leve como la gripe en la mayoría de las personas, pero para las mujeres embarazadas los peligros son potencialmente mucho peores, ya que el virus puede reducir el crecimiento fetal, causar microcefalia -una cabeza anormalmente pequeña asociada con daño cerebral- e, incluso, desencadenar un aborto involuntario.

Ahora, un nuevo estudio en ratones muestra que las hembras vacunadas antes del embarazo e infectadas con el virus Zika cuando están embarazadas no muestran ningún rastro del virus. Los hallazgos, que se detallan en un artículo publicado en la revista 'Cell', ofrecen la primera evidencia de que una vacuna eficaz administrada antes del embarazo puede proteger a los fetos vulnerables de la infección por Zika y la lesión resultante.

"Hay varias vacunas en ensayos en humanos en este momento, pero hasta la fecha, ninguno de ellas ha demostrado que protegen durante el embarazo", explica el coautor del estudio Michael S. Diamond, profesor de Medicina en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos. "Hemos probado dos vacunas diferentes y ambas proporcionaron una protección sustancial", dice.

El año pasado, Diamond y otros científicos desarrollaron un modelo de ratón de infección por Zika que imita los efectos de la infección en mujeres embarazadas. Utilizando este modelo, Diamond, junto con los coautores Pei-Yong Shi, del Departamento de Medicina de la Universidad (UTMB), y Ted Pierson, del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) estadounidenses, evaluó la capacidad de dos vacunas para proteger a los fetos cuyas madres fueron infectadas durante el embarazo.

Una de ellas, una vacuna llamada subunidad que se basa en el plan genético de dos proteínas de la cáscara externa del virus y está desarrollada por Moderna Therapeutics, ya está en pruebas de seguridad en mujeres que no están embarazadas y hombres. La otra, una forma viva pero debilitada del virus que se desarrolló en UTMB, se está probando en animales.

Como parte del estudio, se vacunó a grupos de 18 a 20 ratones hembra con una de las vacunas o un placebo, y algunos animales recibieron una segunda dosis de la misma vacuna o placebo un mes después. Tres semanas más tarde, los científicos midieron los niveles de anticuerpos en la sangre de los ratones como una medida de la fuerza de su respuesta inmune y encontraron que ambas vacunas habían provocado niveles muy altos de anticuerpos neutralizantes contra Zika, mientras que los placebos no lo habían hecho.

Después de que las hembras ratones quedaron embarazadas, fueron infectadas en el sexto día de embarazo, para imitar la experiencia de una mujer mordida por un mosquito portador de Zika al inicio del embarazo. Una semana después de la infección, los investigadores midieron la cantidad de virus en las madres y los fetos.

Sin material genético viral hasta en el 83% de los fetos

Con ambas vacunas, fetos y placentas de ratones vacunados contenían niveles muy bajos de material genético de Zika. Para la vacuna subunidad, más de la mitad de las placentas y los fetos no presentaba ningún material genético viral detectable. La vacuna de virus vivo fue aún más eficaz: en el 78% de las placentas y en el 83% de los fetos no se encontró material genético viral.

"La cantidad de material genético viral en las placentas y los fetos de las hembras vacunadas estaba justo por encima del límite de detección", dice Diamond, quien también es profesor de Microbiología Molecular y de Patología e Inmunología. "No está totalmente claro si fue un virus infeccioso o simplemente restos de virus que ya habían sido asesinados", añade. Por el contrario, la cantidad de material viral detectable en las placentas y fetos de ratones no vacunados fue de cientos a mil veces mayor.

Los investigadores repitieron el experimento con diferentes ratones para poder evaluar a los cachorros al nacer. Ninguna de las madres del grupo placebo llegó a término, con las madres que enfermaron gravemente y con muchos de los fetos que mostraron altos niveles de infección y murieron en el útero, y las placentas mostraron un daño severo. Por el contrario, las madres vacunadas seguían sanas, todos sus cachorros nacieron sin signos evidentes de lesión y los cachorros recién nacidos no tenían ningún virus Zika medible en sus cabezas.

"En general, la mayoría de los médicos no quiere vacunar durante el embarazo ante la remota posibilidad de que la respuesta inmune en sí podría dañar al feto -dice Diamond-. Pero si estás en un área donde Zika está circulando, puedes vacunarte durante el embarazo porque el riesgo de infección por Zika es peor que un riesgo teórico de la inmunización", apunta Diamond.

El estudio no examinó si las vacunas son seguras y efectivas para el uso durante el embarazo. Ese tipo de evaluaciones no se pueden hacer en ratones, explica Diamond, porque los embarazos de ratón sólo duran 19 días, lo que no es tiempo suficiente para que se desarrolle una respuesta inmune protectora antes de que nazcan los cachorros.

Este estudio tampoco aborda la cuestión de si las vacunas funcionan cuando las mujeres embarazadas están infectadas con Zika a través del contacto sexual. Es posible que el virus Zika en el semen pueda viajar al útero y luego al feto sin pasar a través del torrente sanguíneo. "La pregunta es, '¿se mantendrá todavía la inmunidad si el virus no pasa a través del torrente sanguíneo?' -plantea Diamond-. Creemos que se mantendrá, pero tiene que probarse".