Después del anuncio por parte de la agencia Moody’s de mantener la calificación de México en Baa1 con perspectiva negativa, la firma dijo que si bien hay posibilidades de reducir la calificación ante riesgos que prevalecen en el país la presión que representa para las finanzas la situación de Pemex, es poco probable que pierda el grado de inversión.

De acuerdo con Moody’s, la nota sobre el país se mantiene tres escalones por encima del grado de inversión, y en su escenario base no se vislumbra una reducción tan grande en su evaluación de la nota crediticia mexicana en el mediano plazo.

“El riesgo a la baja es que rebajemos la calificación, pero vería poco probable que bajamos más de tres escalones”, dijo la analista para México de Moody’s, Ariane Ortiz-Bollin.

La especialista resaltó que el crecimiento del país tendrá un rebote en 2021, con un alza del Producto Interno Bruto (PIB) de 5.6% y será hasta finales de 2022 cuando regrese a los mismos rangos observados en la actividad económica antes de la pandemia, favorecido por el buen desempeño en Estados Unidos. También previó que se regresará a un crecimiento promedio de 2% a partir de 2023.

Sobre la situación financiera que prevalece en Pemex, la analista del sector energético de Moody’s, Nymia Almeida, comentó que si bien la petrolera ha logrado cambiar costos de operación, su deuda sigue subiendo y tendrá presiones sobre la inversión, por lo que seguirá requiriendo apoyo del Gobierno federal.

“La empresa ha tenido algunas buenas noticias y otras no tan buenas. El Gobierno ha mantenido su apoyo y ha soportado a la empresa en estos varios años y pensamos que seguirá siendo el caso. Por esas razones pensamos que la calificación de Pemex no necesita cambio por el momento”, dijo la especialista.